Os voy a contar lo que cantábamos de pequeños en el pueblo la noche de reyes.
Era una tradición de los mozos del pueblo, llamados quintos, que ese año marchaban a la mili.
Cantaban los reyes de casa en casa para conseguir dinero, o para hacer luego una cena de despedida, pero poco a poco y desde que no hay servicio militar, se ha ido generalizando también a que lo cante quien quiera.
Cantaban los reyes de casa en casa para conseguir dinero, o para hacer luego una cena de despedida, pero poco a poco y desde que no hay servicio militar, se ha ido generalizando también a que lo cante quien quiera.
Decía así...
"Esta noche son los reyes
segunda fiesta del año,
donde damas y galanes
al rey piden aguinaldos.
Yo se los vengo a pedir
a usted caballero honrado
que no me los negará
si yo los reyes le canto."
Aquí se preguntaba en alto: "¿Cantamos o rezamos?"
Si les hubiera ocurrido algo y estuvieran tristes, pedían que rezáramos. Se rezaba un Padre nuestro y nos marchábamos.
Si todo estaba bien, desde la casa gritaban "¡cantad!" y eso hacíamos.
Si les hubiera ocurrido algo y estuvieran tristes, pedían que rezáramos. Se rezaba un Padre nuestro y nos marchábamos.
Si todo estaba bien, desde la casa gritaban "¡cantad!" y eso hacíamos.
"De Oriente a Persia salen
tres reyes con alegría,
que llevan por nombre magos
por su gran filosofía.
Van guiados de una estrella
luz de noche, luz de día,
esa estrella no es errante
ni es cometa ni es el día.
Es el Ángel que anunció
a los pastores la dicha
del nacimiento glorioso
de aquel divino Mesías.
Van al portal de Belén
donde la estrella les guía
encuentran al Recién Nacido
en los brazos de María.
Y con grandes reverencias
se postraron de rodillas
y al Niño de Dios adoran
y a su Madre esclarecida.
Unos le ofrecen el oro,
otros le ofrecen la mirra,
otros le ofrecen incienso
que para el cielo camina.
Buenas Pascuas, buenos Reyes,
tengan Vuestras Señorías,
entrada y salida de año,
¡Señores, los aguinaldos!"
Si era de las primeras casas, lo más probable es que estuvieran despiertos y nos dieran los aguinaldos (dinero, dulces, agua, una bufanda si hacía frío...) si no, a la mañana siguiente antes de ir a misa, pasábamos por las casas recogiendo los aguinaldos.
Para mí, ha sido una experiencia fantástica de mi niñez, tanto cantarlos como escucharlos desde la cama y me encantaría que no se olvidara nunca.
Parece que se va recuperando. Jóvenes en Anero.
También en Pedreña.
Y en Omoño
Y como en todo lo que se trasmite oralmente, hay muchas versiones, PINCHA AQUÍ y descubrirás otra.
¡Y ahora a dormir que vienen!
